La franquicia se ha contagiado de la moda “low cost”. Son muchas las enseñas que están adaptando sus modelos de negocio a este estilo y muchas otras las que están creando figuras de bajo coste en convivencia con otros modelos de mayor inversión.
Los sectores de restauración, intermediación inmobiliaria, salud, belleza, vending o retail están siendo los preferidos de estos modelos de baja inversión.
Restauración: Según cifras del INE, la hostelería supone el 22,3% de las empresas de servicios de nuestro país, se trata del sector con menores costes laborales en España y posee una tasa de estabilidad en el empleo del 70,9%.
Este es un ámbito muy amplio, donde se pueden encontrar franquicias de toda clase y coste. Las empresas que suponen una menor inversión dentro de la restauración son las cafeterías, heladerías, cervecerías y algunas cadenas de comida rápida. Es decir, son lugares en los que los consumidores no permanecen demasiado tiempo y que no ofrecen comidas muy abundantes. Por el contrario, las cadenas de restaurantes suelen exigir una inversión inicial más elevada, así como un local más grande con cocinas y maquinaria avanzada. La inversión inicial en estos casos varía enormemente, y puede ir desde los 5.000 a los 25.000 euros.
Intermediación inmobiliaria: este sector no requiere de una gran inversión inicial y con muy pocos bienes materiales pueden comenzar las ventas. En los últimos tiempos, las empresas inmobiliarias se han centrado en la administración de fincas, ámbito del que se espera un amplio crecimiento en los próximos años. A pesar de que el sector de la construcción se ha frenado en los últimos años, existen cifras positivas en el apartado de ventas.
Dentro del sector servicios, las actividades inmobiliarias tienen la tasa de estabilidad en el empleo más alta, de un 88,6%, y significan el 9,5% del total de las empresas del sector terciario. Ocupa un 19,7% del volumen de negocio de las actividades de construcción según tipo de obra. Por otro lado, el precio de las viviendas continúa descendiendo, pero la compraventa de estas se recuperó un 6,8% en 2012 respecto al año anterior. La inversión media inicial en este apartado ronda los 15.000 euros.
El sector de la belleza está obteniendo buenos resultados de fracturación en los últimos años, y ofrece muchas posibilidades, pues los deseos estéticos pueden ser muy variados según la parte del cuerpo que se vaya a tratar, y van desde un centro de depilación a vendedores de productos de cosmética. Según cifras del INE, su tasa de estabilidad en el empleo es del 77,1% y la de participación femenina es la más alta del sector servicios, situada en un 72,4%. Suelen ser locales pequeños situados en centros comerciales, y al ofrecer propuestas tan variadas, tienen una inversión inicial que va de los 5.000 a los 30.000 euros.
Una posible elección es el vending, que consiste en la venta automatizada a través de máquinas expendedoras. Dentro de éste, las opciones empresariales son incontables, existiendo opciones como un videoclub electrónico, máquinas de bebidas o de prensa. El volumen de negocio del comercio al por menor posee un porcentaje del 33,2% sobre el total. El gasto inicial no es muy alto, pudiendo iniciar un negocio con tan sólo 5.000 euros, llegando a límites de hasta 20.000.
Otro sector que al igual que el vending posibilita ofertar productos muy variados es el retail, que consiste en la comercialización masiva de productos y servicios a grandes cantidades de clientes, ya sean componentes informáticos, mobiliario o juguetes. En el informe “España en cifras” del presente año, se indica que el comercio al por mayor constituye el 56,8% del volumen total de negocio. Es una opción un poco más cara que las que ya se han enunciado, y la inversión puede ir desde los 9.000 hasta los 30.000 euros.
En conclusión, el low cost es una de las formas de franquicia más atractivas del mercado para aquellos emprendedores que no cuenten con un capital muy elevado para emprender. La inversión inicial es reducida, los costes mensuales no son, por norma general, muy altos, y esto conlleva que los riesgos se reduzcan drásticamente.