La connsultora de Franquicias y Empresas Grupoius, ha optado por la expansión bajo la fórmula de la franquicia de su división de asesoría de empresas iusQuality.

iusQuality reúne los mayores criterios de calidad en la formación e integración de sus asesores junto a los últimos sistemas de tratamiento de la información, contando con un departamento propio de I+D que proporciona tanto a clientes como a asesores unas condiciones de trabajo excepcionales.

iusQuality presta servicios a las pymes y empresas en todas las áreas propias de la gestión y dirección de la misma.

iusQuality emite una oferta, por primera vez en el sector, que reúne  junto a la asesoría fiscal, laboral y contable, la revisión de los modelos de negocio de sus clientes y la elaboración de la estrategia de publicidad y comunicación, dentro de su programa de asesoría integral.

Los clientes de iusQuality podrán recibir ayuda en la toma de decisiones y asesoramiento profesional en todas las áreas de su empresa.

iusQuality proporciona, de este modo, a sus franquiciados en una privilegiada posición competitiva dentro del sector de la asesoría de empresas; permitiéndoles ofertar servicios integrales de alta calidad a precios razonables y aprovechar las sinergias del buen funcionamiento de los departamentos contable, laboral, legal, de marketing o fiscal con el mejor rendimiento de la empresa y sus resultados.

Los manuales operativos de la franquicia son uno de los elementos más indispensables y útiles de este modelo de negocio. El saber hacer sobre el que se construye la expansión de la empresa debe ser perfectamente transmisible para que el éxito se reproduzca.

Sin duda la mejor forma de asegurarnos la transmisibilidad de nuestro know how es construyendo un amplio abanico de exhaustivos manuales. El conjunto de manuales de una franquicia alcanzará su objetivo cuando expliquen al completo todas las características operativas de nuestra actividad empresarial. Unos buenos manuales implican un valioso saber hacer, y todo ello garantiza el éxito.

Los manuales se entregan con la firma del contrato y suelen tener un amplio periodo de vigencia. Es responsabilidad de la central mantenerlos actualizados y útiles.

Existen tantos tipos de manuales como sean necesarios. Lograr alcanzar la completa explicación de la actividad es un objetivo común, y se elaborarán tantos manuales como se precisen. Los manuales operativos más comunes están recogidos a lo largo del artículo.

Es muy común realizar manuales de decoración, que exponen con rigurosidad todos los elementos que deben componer el espacio en el que se vaya a desarrollar la actividad, y que son de gran importancia puesto que el objetivo es que todas las unidades estén realmente incluidas en el sentido en red de la compañía.

Los manuales de marca corporativa y de imagen ayudan a mejorar y crear prestigio de la enseña en las nuevas zonas de implantación. Estos manuales han sido creados bajo el amparo de una estudiada estrategia de marketing que abarca niveles locales y globales por lo que su validez es absoluta. El nuevo franquiciado debe aplicar estrictamente las pautas que en estos manuales se recojan puesto que abarcan una estrategia global que repercutirá además rápidamente sobre nuestra propia actividad.

También son de vital importancia los manuales de biblia de productos gracias a los cuales se facilita que todos los franquiciados conozcan a la perfección e igual de bien que los franquiciadores los productos y servicios que la empresa ofrece.

Los manuales de aprovisionamiento y logísticos informan acerca de cómo lograr la mayor productividad y cómo aprovecharnos de las sinergias de mercado con las que nuestra empresa cuenta. Cada actividad empresarial necesita específicamente unos procedimientos distintos, y es por ello por lo que este tipo de manuales son realmente útiles para evitar fallos en la cadena y en la reproducción del modelo.

Muchas enseñas también optan por facilitar manuales de recursos humanos, los cuales marcan directrices acerca de cómo gestionar al equipo de cada unidad franquiciada, además de ofrecer pautas y requisitos deseables para las incorporaciones.

Otros manuales frecuentes son los de procesamiento de productos, los de uniforme, los de servicio de atención al cliente, de protocolos de seguridad, o cualquier otro apartado específico que quiera reproducir la marca.

Con una realización meditada y cuidada de los manuales operativos de la compañía será mucho más fácil detectar los posibles fallos. Además, al ser una parte del paquete de la franquicia modificable su adaptabilidad es mucho mayor que las especificaciones incluidas en el contrato.

Por esta última circunstancia los contratos de franquicia suelen remitir a los manuales para que en ellos se especifique en qué consiste la actividad y cuáles son las líneas de actuación a seguir en cada supuesto. Los contratos son fijos y su modificación es realmente complicada y compleja, mientras que con los manuales esto no ocurre.

Por lo tanto en el contrato se establece únicamente un marco de actuación de la actividad, remitiendo para las restantes puntualizaciones a los manuales.

Todos los manuales que la franquicia desarrolle le pertenecen a la enseña y es responsabilidad y obligación suya modificarlos y adaptarlos periódicamente.

El formato de los manuales ha ido variando a lo largo del tiempo. De esta forma han pasado de los originarios dossiers en papel al CD, de ahí a depositarse en áreas reservadas de la web, y de ahí a popularizarse el uso de servidores Cloud, que ofrecen grandes ventajas con respecto a la situación anterior.

Los manuales operativos se pueden complementar y se complementan con formación inicial y continuada que mantiene a los trabajadores actualizados. Esta formación está íntimamente ligada a los manuales y en muchos casos es una de las partes la que detecta fallos en la otra.

Si quieres emprender en franquicia debes saber que hay diferentes maneras de iniciarte en este modelo de negocio.

Las formas más frecuentes son o como inversor, o como buscador de autoempleo.

La esencia del modelo en franquicia será idéntica en ambos casos: cesión de uso de la marca, cesión del know-how con el que se ha alcanzado un probado éxito y asistencia comercial y técnica, inicial y continuada.

Sin embargo, valoraremos a lo largo del artículo diversos aspectos que descubrirán la idoneidad de la franquicia de inversión o de la franquicia de autoempleo según el perfil de la empresa, por un lado, y del emprendedor por otro.

La franquicia de autoempleo está caracterizada por un emprendedor que debe estar capacitado tanto económica como profesionalmente para dirigir la actividad empresarial de la enseña.

En la franquicia de inversión, el franquiciado será una persona con la capacidad económica necesaria para entrar en la cadena de franquicias, pero que delegará la gestión de la actividad profesional en una tercera persona.

Mientras en el primer caso el emprendedor pone a disposición su dinero y su tiempo, en el segundo caso será una cesión mayoritariamente de sólo el primero de los factores, buscando rentabilidad económica.

Sin embargo no hay que olvidar que la inversión de unos ahorros requerirá atención y supervisión para asegurarse de que todo funciona correctamente y de que los intereses y objetivos de rentabilidad son alcanzados.

Los objetivos para ambos tipos de franquiciados serán los mismos a excepción de la predisposición al trabajo. En una franquicia de inversión el control será mínimo y estará llevado al terreno de la rentabilidad. En la franquicia de autoempleo el nivel de trabajo será máximo, puesto que hay que tener en cuenta que la labor será reproducir y mantener una empresa independiente.

La fórmula de entrada en una franquicia, bien como autoempleo o bien como inversor, dependerá frecuentemente de los intereses de la enseña y de la estrategia de expansión en franquicia.

Pese a que existe la posibilidad de que una misma franquicia acepte franquiciados de ambos tipos lo más frecuente será encontrar compañías que acepten sólo franquiciados de autoempleo y, si se está interesados en una franquicia de inversión, habrá que realizar un estudio en torno a las empresas que puedan ofrecen esta posibilidad y sus características.

El éxito en franquicias de autoempleo depende en gran medida de las capacidades cualitativas del franquiciado. El franquiciado es específicamente escogido por esas cualidades profesionales y personales que la empresa encuentra adecuadas a su actividad. Además, recibirá una formación que será implantada de manera directa en el negocio.

En franquicias de inversión,por otro lado, la idoneidad del emprendedor dependerá casi en su totalidad de la posesión o no de fondos suficientes para hacer frente a la actividad. La enseña escogerá igualmente al franquiciado, pero no al gerente en el que éste delegará sus funciones; y que podría no cumplir con los requisitos necesarios.

Esta será una de las causas principales del recelo de muchas compañías por esta modalidad de franquiciados.

En estos casos, dependerá de cada compañía especificar quién o quiénes reciben la formación inicial y continuada tan necesaria en franquicia, pero en todo caso la existencia de un gerente o director no dejará de ser otro eslabón más en la cadena, lo que podría retrasar o dificultar la comunicación entre central y unidad.

Uno de los puntos más importantes en común es el interés de todo tipo de emprendedor en la buena marcha y en la obtención de éxito de la empresa. Una franquicia es una unidad independiente de la central franquiciadora y si bien se recibe apoyo de diversa índole la responsabilidad última y la gestión de recursos recaerá sobre el franquiciado.

Tanto en casos de autoempleo como de inversión, el objetivo último a largo o a corto plazo será obtener la máxima rentabilidad del dinero y del trabajo invertido, objetivo que será siempre común a la enseña franquiciadora por lo que en muchos casos la tipología del franquiciado podrá considerarse de secundaria importancia.